BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

sábado, 31 de diciembre de 2011

La desforestación de las selvas ecuatoriales


Tala de bosques en la amazonía colombiana

La desforestación de las selvas ecuatoriales

La desforestación es un proceso provocado por la acción humana sobre el medio natural a través de la tala o quema y supone la destrucción de los bosques existentes. La desforestación, que afecta a todos los continentes y zonas climáticas, se está cebando en la actualidad sobre las zonas cálidas del planeta y en concreto sobre la selva ecuatorial. Hasta los años 70 del siglo XX sus bosques estaban casi intactos. La inaccesibilidad, la dureza del clima, los suelos especialmente pobres para la agricultura o las enfermedades tropicales, los protegían y los convertían en zonas casi totalmente despobladas. Sin embargo, en las tres últimas décadas la desforestación ha avanzado de forma rápida y salvaje en la mayoría de las selvas. El crecimiento desmesurado de la población en los países pobres, las necesidades energéticas y de materias primas de los países ricos y de las economías emergentes, está detrás de todo ello. Además se trata de países pobres o en crecimiento donde la sensibilidad ecológica es más reducida y la capacidad e intención de los gobiernos de proteger la naturaleza menor, porque la prioridad es el crecimiento económico a corto plazo.
En los últimos 20 años la Amazonía americana ha perdido más de 200.000 Km2 de selva (España tiene 500.000 km2 de superficie). Cada año se talan solo en la Amazonía brasileña 7000 km2, como evidencia la rápida destrucción de la selva en el estado brasileño de Rondonia . Según Greenpeace se destruyen selvas del tamaño de 6 campos de fútbol cada minuto de cada día.
En este video se denuncia que la desforestación destruye una hectárea de selva por segundo. Una animación construida con imágenes de satélite nos muestra la desforestación paulatina durante 28 años (1975-2003) de un espacio de la selva boliviana.


                                               

Más rápido que el de las selvas amazónicas ha sido el deterioro de las selvas americanas de la costa del Pacífico, África central o Indonesia . Estas últimas empezaron a ser destruidas más tarde, pero su retroceso ha sido mucho más rápido. La desforestación de la isla indonesia de Borneo, la tercera isla del mundo, quizás sea el caso más dramático: se taló en los años 90 y 80 entre cinco y diez veces más madera que en el Amazonas, siendo su territorio mucho menor. Borneo exportaba tanta madera en esa época como el resto de las zonas ecuatoriales juntas. Para el año 2020 se prevee que el tan solo el 10 por ciento de sus bosques queden en pie.
En estos mapas observamos el elevado ritmo de desforestación de dos de las grandes selvas ecuatoriales, la de la isla indonesia de Borneo y la de la Amazonía americana.


Desforestación en la isla de Borneo (en verde las zonas boscosas)
Amazonía. La desforestación avanza, sobre todo en el sur y el este.

La desaparición de los bosques se produce por tala, utilizando maquinaria generalmente, o bien por incendios, que suelen ser provocados como forma de aclarar y destruir la selva. A su vez, los incendios naturales no creados por el hombre crecen con la desforestación, ya que al reducirse la selva disminuye la humedad y se multiplican las sequías, aumentando los riegos en este sentido. La importancia de los incendios en la Amazonía se observa a través de imágenes de satélites. Igualmente en esta otra imagen de la isla indonesia de Borneo se pueden identificar decenas de incendios en activo a través de las columnas de humo que se visualizan.

Cientos de incendios destruyen los bosques de la isla de Borneo en el 2002

Causas de la desforestación de las selvas ecuatoriales

1) La tala de bosques ecuatoriales tradicionalmente está ligada a la necesidad de madera para la construcción o el mobiliario. Históricamente las maderas tropicales se utilizaron ya hace siglos en la construcción de barcos o de mobiliario en iglesias y palacios. Entre ellas destacan las llamadas maderas preciosas, con árboles como la teka, ukola o polisandro y sobre todo la caoba o el ébano, árboles con maderas de gran belleza que además son duras y muy resistentes ante las plagas y termitas, al paso del tiempo y a las inclemencias climatológicas (cambios en la temperatura y la humedad). Alguna de ellas, como el ébano ha dado nombre al oficio de ebanista, y en su mayoría se encuentran en peligro de desaparición por sobreexplotación. Quizás la más conocida de estas maderas preciosas sea la caoba o "árbol rojo", apreciada por su tono rojizo y atractiva veta, es muy resistente a los parásitos (termitas, carcoma, etc.), de fácil trabajo y por tanto muy utilizada en la fabricación de muebles de calidad.


Tala de un enorme árbol de caoba en la selva amazónica.

A un lado , tableros de madera de caoba en un almacen de
una empresa maderera. Su buena calidad, resistencia, y fácil
trabajo la hace muy apropiada para todo tipo de usos.


Madera talada ilegalmente incautada en la carretera Inapari-Puerto Maldonado
Una parte importante de la madera sale por carretera hacia los grandes mercados
(Amazonía peruana)
La madera talada se puede trasladar también a través de la corriente de los ríos.
Un ejemplo lo tenemos en esta imagen situada en la selva de Gabón (África Central)
2) El elevado aumento de la población presiona sobre los espacios naturales en busca de nuevos espacios para la creación de ciudades y pueblos y el desarrollo de las actividades humanas. Un ejemplo es la proliferación de núcleos urbanos en la selva, convertidos en punta de lanza de la desforestación, pues con ellos llegan los hombres y también las carreteras, los negocios y las empresas, etc. Un ejemplo es Manaos, la capital de la Amazonía brasileña, convertido hoy en día en una de las mayores ciudades de Brasil con más de 2 millones de personas. Situada en la confluencia del río Negro y el Amazonas tiene un enorme puerto fluvial y es zona franca industrial, lo que favorece su crecimiento sin freno.

Obsérvese en el centro de la imagen satélite el espacio ocupado por la ciudad
de Manaos. Rodeada de selva, se sitúa en la confluencia del río Negro (color oscuro)
y el Amazonas (tono marrón)


3) La principal causa de desforestación está en la necesidad de suelo para la agricultura y la ganadería. Por un lado el aumento de la población o la pobreza generalizada, empuja a muchos colonos a penetrar en la selva y roturarla. Se trata de una agricultura de subsistencia: Desbrozan un terreno y lo explotan, con frecuencia con el apoyo de los gobiernos que les otorgan títulos de propiedad sobre el espacio roturado. Pero la erosión y la pobreza de los suelos, les obliga pronto a trasladarse a otros nuevos.
Mucho más impacto sobre el bosque tienen las actividades de las grandes empresas, que queman o talan la selva para la explotación agrícola o ganadera. En Brasil las grandes haciendas ganaderas (gracias al crecimiento de los pastos para ganado bovino, Brasil se ha convertido hoy en el mayor exportador de carne de ternera del mundo) o las grandes explotaciones de cultivos para la exportación como la soja, son responsables de la mayor parte de la desforestación en el Amazonas. En Asia las plantaciones de palmera aceitera para aceite o biodiesel son las mayores responsables de la destrucción de las selvas de Malasia o Borneo.

El límite de la selva no deja de retroceder ante el avance de los campos agrícolas
y pastizales en la Amazonía brasileña
Campos dedicados al cultivo de soja en la Amazonía brasileña
Plantaciones de palma aceitera en la isla indonesia de Borneo
Campos de arroz en terraza en la isla indonesia de Bali

3) La puesta en marcha de grandes infraestructuras para aprovechar los recursos de la selva: se construyen grandes carreteras que abren la selva en canal, atravesándola y permitiendo el acceso de colonos agrícolas y empresas madereras y mineras hasta el corazón del bosque. Igualmente es significativo la construcción de grandes proyectos hidráulicos (presas) que pretenden aprovechar el enorme potencial de los ríos ecuatoriales, así como hacer navegables algunos ríos favoreciendo la explotación de las zonas circundantes. Estos son los objetivos del Megaproyecto hidráulico del río Madeira entre Bolivia y Brasil, que comprende cuatro represas, una de ellas la de Jirau, en la imagen inferior.

Represa de Jirau (Brasil) en el río Madeira, afluente del Amazonas
Grandes carreteras abren la selva a la explotación por el hombre de sus recursos


4) La explotación de los recursos energéticos y mineros existentes en el subsuelo. La explotación de los recursos petroleros y de gas están detrás de la apertura de muchas zonas de selva y el trazado de muchas carretera en la Amazonía brasileña, peruana o ecuatoriana. En Indonesia y Nueva Guinea enormes minas a cielo abierto destrozan la selva y provocan un fuerte impacto visual y ambiental en el territorio.

Mina a cielo abierto en Nueva Guinea (Indonesia)

Consecuencias de la desforestación de las selvas ecuatoriales
La destrucción del bosque ecuatorial tiene repercusiones enormes no solo sobre la zona donde se sitúa, sino también sobre todo el planeta. En la entrada publicada en este blog sobre "los pulmones de la Tierra y la importancia de las selvas ecuatoriales" damos buena cuenta del valor de estos bosques y de las consecuencias de su destrucción.
En primer lugar la desforestación supone la eliminación de una enorme biodiversidad, la mayor del planeta, y la destrucción del hábitat de muchos animales. Quizás el ejemplo más conocida sea el de los orangutanes, al borde de la extinción tras la destrucción de su medio con la desforestación de las selvas de Borneo.
Igualmente, la destrucción de la selva favorece el calentamiento global del planeta, ya que a través de la fotosíntesis la vegetación selvática, a la vez que produce oxígeno, absorbe enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2).
Se altera el clima, al reducir la humedad y la capacidad de generar lluvias, por lo que las sequías se hacen cada vez mayores y más frecuentes. Igualmente desaparece el "efecto esponja" que provocan los árboles, por lo que los regímenes de los ríos se alteran, reduciendo a veces su caudal y otras desbordándose. La erosión del suelo en las regiones desforestadas se multiplica, especialmente porque son áreas de lluvias muy intensas.

Este video nos muestra muy bien las causas y consecuencias del proceso de desforestación que hoy se desarrolla en las grandes selvas ecuatoriales y específicamente en la Amazonía americana.


                           

viernes, 23 de diciembre de 2011

Bosques caducifolios en Extremadura: Robledales en Robledillo de Trujillo

Castaños de la Calabaza. Árboles centanarios en el término de Castañar
 de Ibor, en el corazón de la Sierra de las Villuercas.
Extremadura es una tierra de bosques y dehesas, pero el predominio de la vegetación mediterránea, de la que es un ejemplo mundial, deja olvidados auténticas joyas de la naturaleza que sorprenden al visitantes. Y es que en Extremadura también hay bosques caducifolios típicos de zonas más húmedas.
Son bosques de transición entre los bosques oceánicos del norte peninsular y los de clima mediterráneo. Se aferran a las zonas montañosas, donde la sequía es menos severa, las lluvias más abundantes y las temperaturas más bajas, suavizándose la dureza del verano extremeño. La mayoría de nuestros bosques caducifolios son de castaños (Castanea), sobre todo de roble rebollo, también llamado melojo (quercus pyrenaica), y en mucha menor medida de quejigo (Quercus faginea). Son dominantes en las sierras elevadas y lluviosas del norte de la provincia de Cáceres, dentro del Sistema Central, nos referimos a las Sierra de Gredos  y las comarcas de la Vera, el valle del Jerte y el Ambroz, y la Sierra de Gata ya cerca de Portugal. Mas al sur, también en Cáceres, están las montañas de Villuercas y de Montánchez. En la provincia de Badajoz, más meridional y con un carácter menos montañoso, este tipo de bosques son mucho menos abundantes y se concentran en las montañas de Tentudía (roble), ya cerca de Andalucía, o en algunas laderas de umbría en la comarca de la Siberia (quejigo) . Un síntoma de la presencia de estos bosques son los topónimos, así algunos nombres de poblaciones tienen una clara relación con ellos: aparecen topónimos como Castañar de Ibor o Robledollano en Las Villuercas, Rebollar en el valle del Jerte, o el más usual, Robledillo (Robledillo de Gata en la Sierra de Gata, Robledillos de la Vera en Gredos y Robledillo de Trujillo en la Sierra de Montánchez). Las fotos que ahora vemos nos llevan a paisajes que ni los propios extremeños solemos asociar a nuestra tierra, pero que son parte de ella.

Castañar de Hervás (Valle del Ambroz)

Bosque mixto de pinos, castaños y robles en Gata (Sierra de Gata)

Castaños en Segura de Toro (Valle del Ambroz, Cáceres)

Robledales de Valverde de la Vera (Sierra de Gredos, Cáceres)

Robledal en las sierras de Tentudía (Badajoz)

Cultivo de castaños en Navezuelas (Las Villuercas)


En este mapa podemos observar la distribución espacial de las especies caducifolias presentes en Extremadura. Es muy visible el contraste entre la abundancia de este tipo de árboles en la zona de la provincia de Cáceres, más monatañosa, y su casi inexistencia en la provincia de Badajoz.


Observando el mapa, podemos darnos cuenta que los bosques caducifolios están mucho más cerca del entorno de las Vegas Altas, en el que vivimos, de lo que la mayoría solemos pensar. Un ejemplo son los bosques de la Sierra de Montánchez, los robles rebollos se desarrollan a partir de una cota de altura superior a los 600 metros, pero en la umbría pueden extenderse por debajo incluso de los 500 metros, así ocurre en las cercanías de Torre de Santa María. Los castaños son mucho más escasos pero su gran belleza les ha dado un protagonismo especial. Existe una ruta del bosque de castaños en las cercanías del pueblo de Montánchez que nos permite ver un bosque muy bello de esta especie. Una entrada de este blog está dedicada al castaño y en concreto al castañar de Montánchez.

Bosque de Castaños en la sierra de Montánchez

Con todo, la mayor impresión no me la han producido los bosques de Montánchez, bien conocidos y visibles desde la carretera que une Cáceres con Miajadas. Mi sorpresa llega al desviarme desde esta carretera hacia el este, en dirección a Zarza de Montánchez: Al atravesar está población, donde se encuentra la Terrona, la mayor encina de España, y dirigirme  por la carretera en dirección a Robledillo de Trujillo el paisaje se transforma. Es principio de diciembre y el colorido rojizo del otoño me recibe en zonas de altitud baja, fuera incluso de las laderas de la sierra. Y al observar la umbría de las montañas veo enormes manchas rojas tiñendo las laderas. Entonces me doy cuenta de que el toponimo de Robledillo de Trujillo no es solo por unos pocos árboles, como yo presuponía. Por un momento me pareció estar en la Sierra de Gata o en la Vera, pero con montañas de menos de 700 metros detrás y en un pueblo que no llega a 500 metros de altitud. No es habitual que en sierras tan bajas como las de robledillo, cuyo pico más alto es inferior en altitud a la del propio pueblo de Montánchez, los robles se extiendan tan abajo, y mucho menos en zonas de latitud tan meridional. Las actividades ganaderas junto con la omnipresencia del olivo marcan la presencia humana. Si no fuera por la abundancia de pequeñas parcelas (minifunidos) de olivo, y algunos alcornoques en zonas más bajas el predominio del roble rebollo sería absoluto. Nunca pense en un otoño con mayúsculas tan cercano a mi lugar de trabajo y residencia. El roble en seguida desaparece al bajar la altitud de 500 metros y al salir de la umbria. La mejor manera de conocer este paisaje tan especial es realizar la ruta del cerro Molliquero que nos sumerge en un entorno de prados, olivos y bosques de roble. Estas fotos fueron realizadas en dicha ruta, que sale desde el pueblo en dirección a la sierra.



En primer término olivos en viejos cercados de piedra, al fondo la sierra
teñida con el color rojo del otoño en los bosques caducifolios de robles

Los robles van perdiendo sus hojas

La inconfundible hoja del roble rebollo o melojo

El paisaje otoñal de zarzas en primer término y robles detrás

Paisaje otoñal de robles y prados verdes




Los robles se mezclan con los olivares en zonas llanas cercanas a Robledillo


La  belleza del paisaje otoñal se ve favorecida por la pervivencia de antiguos
 muros de piedra


La ruta del cerro Molliquero transcurre por un camino en excelentes condiciones

Algunos alcornoques aislados acompañan a los robles en las zonas más altas


lunes, 12 de diciembre de 2011

"Los pulmones de la Tierra": la importancia de las selvas ecuatoriales.


Selvas del Orinoco en Venezuela. Nubes bajas sobre el bosque
Las selvas ecuatoriales pertenecen a un ecosistema de clima cálido ecuatorial. Se asientan en zonas próximas al Ecuador, ocupando la cuenca del Amazonas y del Congo y las islas de Indonesia y áreas de Indochina. El clima permanece durante todo el año con altas temperaturas que oscilan poco a lo largo del año. Tal hecho y la existencia de fuertes precipitaciones durante todo el año, favorece la proliferación de un bosque denso formado por una gran diversidad de especies, un bosque que resulta determinante para el equilibrio global del planeta.


La selva: densa, frondosa e impenetrable

La selva ecuatorial es una auténtica maravilla de la naturaleza, pero hoy está en peligro En la actualidad ya se han perdido más de la mitad de la superficie de selva existente y la desforestación avanza en todos los frentes. Esa franja verde intenso que existe a ambos lados del Ecuador e identifica la vegetación más exuberante de la Tierra (ver las imágenes satélite de América del Sur y África) puede que adquiera un tono mucho más ocre en un futuro próximo porque el bosque haya desaparecido.


















 La diversidad de especies animales y vegetales (biodiversidad) que habitan en la selva es enorme. La selva contiene más del 60% de la biodiversidad de fauna y flora del planeta. La variedad de especies vegetales se manifiesta en los pocos ejemplares de cada especie existente en cada unidad de superficie. En una hectárea de bosque ecuatorial hay cerca de 500 especies diferentes de árboles. No existen bosques homogéneos típicos de zonas más templadas, donde predominan una o dos especies, encinares, hayedos, pinares, etc. Todavía quedan miles y miles de especies de plantas o insectos por descubrir. En unas decenas de hectáreas de selva indonesia hay más especies que en toda Norteamérica; solo un árbol de Perú puede albergar tantas especies de hormigas como las islas Británicas.

La increíble diversidad de los bosques ecuatoriales se percibe en
 esta imagen. Ärboles de todo tipo se mezclan en las selvas de Panamá.

Un símbolo de la diversidad de la fauna ecuatorial son
 las "aves del paraíso" que habitan en la selva de Nueva Guinea
Este video nos permite ver la diversidad de la fauna ecuatorial amazónica, a través de dos de sus grandes símbolos, dos grandes depredadores enfrentados entre sí, el caimán y la anaconda:

                             

La selva por su inaccesiblidad permite la conservación de culturas ancestrales y primitivas, que hoy apenas resisten ante el deterioro del bosque, presionados por madereros y empresas mineras y petrolíferas, que en su búsqueda de recursos penetran en sus territorios. En el corazón de las selvas se refugian aún pueblos casi inalterados, es el caso de algunos pueblos de las islas Andamán y Nicobar (India), Nueva Guinea o el Amazonas. Su riqueza cultural incluye culturas aún intactas con "pueblos no contactados" que no han entrado en contacto alguno con la civilización moderna y el hombre blanco. La mayoría de ellos se encuentran en parques nacionales brasileños, bajo la protección de las autoridades, pero también los hay en la Amazonía peruana. En estas imágenes de Survival aparece un pequeño grupo recientemente descubierto en Perú.

En estas dos imágenes aparece un poblado en la amazonía peruana. Sus habitantes
 han vivido al margen de la civilización del hombre blanco como evidencia
 su actitud amenazante ante el helicóptero que toma estas imágenes

La enorme diversidad biológica convierte a la selva en una enorme "farmacia natural", debido a la gran cantidad de sustancias naturales curativas que provienen de muchas plantas selváticas y que están siendo utilizadas para la elaboración de medicinas. Es posible, que en el futuro muchas de las enfermedades que hoy acosan al ser humano encuentren su curación gracias a la riqueza de sustancias químicas vegetales existentes en estos ecosistemas.
Por otra parte la selva es una importante fuente de recursos madereros, que si se explotan adecuadamente pueden proporcionar madera para distintos usos durante mucho tiempo, ya que la explotación racional de los bosques asegura su pervivencia. Esto requiere una tala controlada, que permita una regeneración natural del bosque, y políticas de repoblación con especies autóctonas. La selva ofrece gran cantidad de especies de maderas preciosas, son maderas más duras, resistentes y de gran belleza, idóneas para la construcción, el mobiliario, elaboración de instrumentos musicales, etc. La caoba o el ébano están entre las más valoradas y también entre las más caras. Por otra parte la selva supone además una fuente inagotable de combustible para los pueblos cercanos.


Tala de caoba

Las selvas son conocidas como "los pulmones de la Tierra", basándose en que los pulmones son los órganos encargados de suministrar el oxígeno necesario para la respiración, desechando el dióxido de carbono. En realidad, el efecto es el inverso: los vegetales se alimentan de CO2 y liberan oxígeno mientras que los animales absorben el oxígeno y liberan la mayor parte del dióxido de carbono. Y es que las plantas y árboles absorben anhídrido carbónico del aire para mezclarlo con el agua y los minerales que toman del suelo, al combinar esta mezcla con luz, producen su alimento. Este proceso se denomina fotosíntesis, y en él se libera oxígeno que va a parar a la atmósfera. Debido a la abundancia de vegetación de la selva, en su seno se producen enormes cantidades de oxígeno necesario para todo el planeta. Se ha calculado que cerca del 30% del oxígeno que consumen los seres vivos en nuestro planeta procede de las grandes selvas ecuatoriales.
En este sentido y como grandes consumidoras de CO2 las selvas son básicas en el equilibrio ecológico del planeta: resultan un muro contenedor de cambios en la temperatura y el calentamiento global por efecto invernadero.
En Inglés las selvas se denominan "rain forest", lo que traducido al castellano sería "bosque de Lluvia". En la mayoría de las selvas las lluvias se suceden casi todos los días, con frecuencia a la misma hora. Chaparrones intensos se producen en medio de un ambiente muy cálido en el que la humedad es para el ser humano de otras latitudes realmente agobiante. La selva se alimenta así misma en un ciclo del agua continuo, de forma que después de las lluvias podremos ver como se forman nubes cercanas al suelo porque el agua caída hace poco ya se está evaporando de nuevo y debido al proceso de transpiración de las plantas (liberan agua de las hojas durante la fotosíntesis). Es pues, un ciclo ininterrumpido en el que el agua cae y se evapora constantemente formando nubes que después volverán a producir lluvia. El 50% de las precipitaciones de todo el área del Amazonas se producen a causa de este sistema forestal.

Nubes bajas y cataratas en la cuenca del Orinoco
Nubosidad sobre la selva en el norte de la isla de Borneo (Malasia)

A la gran cantidad de precipitaciones y los altos niveles de humedad se une su capacidad de regular la temperatura (con su sombra disminuyen la temperatura del terreno). Esa misma cobertura vegetal  además permite el llamado "efecto esponja", consiguiendo retener el agua de lluvia que es interceptada por las copas de los árboles, suavizando el impacto sobre el suelo. El agua termina en el suelo poco a poco alimentando los ríos de forma pausada y regulada y reduciendo las inundaciones. Si la selva se tala o quema el efecto esponja desaparece y los ríos alteran su régimen, afectando al hombre que los utiliza para riego, energía y abastecimiento de agua potable a las ciudades. Se suceden entonces épocas de fuertes inundaciones y desbordamientos con momentos de escasez de agua en los cauces.
La protección de las copas de los árboles  y las raíces que entretejen el suelo y lo retienen evitan la erosión, evitando que el agua lo arrastre y se lleve la capa fértil.
Todo este proceso convierte la selva en un lugar muy húmedo en el que discurren algunos de los mayores ríos del planeta. En ella nacen y crecen el río Congo o el Amazonas, este último el más caudaloso de la Tierra, con una red fluvial de 100.000 kilómetros que conforman su cuenca. Como ejemplo de ello terminamos con una secuencia de bellas fotografías aéreas, que nos muestran el entramado de cursos de agua, zonas pantanosas y lagos existentes en las selvas ecuatoriales.


Estas fotos muestran la riqueza de los cursos de agua de la cuenca del Amazonas,
en las zonas más llanas los ríos se retuercen en continuos meandros

Cascadas Dijidji, Parque Nacional de Ivindo, Gabón (selva africana)

Bahía de Phang Nga (Thailandia)